El fenómeno Cubarsí
Hace dos meses muchos no conocían a Pau Cubarsí, ahora algunos le adoran y otros se ríen de él
Llevo días pensando en Pau Cubarsí. 17 años y ya está en el ojo del huracán mediático. Asombroso y aterrador por partes iguales. Debutó contra Unionistas en Copa del Rey el 18 de enero y a partir de ahí ha tenido minutos en todos los partidos del Barça. Betis, Athletic Club, Villarreal, Osasuna, Alavés y Granada. Todo en menos de un mes. Dicho de otra forma, partidos cada tres días. Una locura. A mí me está encantando. Otros le culpan de la sangría defensiva. Otro ejemplo más de lo polarizada que está esta sociedad.
Debutar en el Barça debe ser una experiencia inexplicable. Un día no eres nadie y al siguiente trending topic. El cartel luminoso que anuncia tu dorsal es el portal de acceso a otra dimensión, uno similar al que atravesaron Andrew Garfield y Tobey Maguire en Spider-Man: No Way Home. A ellos les llevó un tiempo asimilar el cambio e imagino que a Cubarsí le estará ocurriendo algo similar. Necesita alejarse de los focos, huir de las redes sociales y estar protegido por su entorno. La ventaja que tiene es que todo el vestuario culé ha pasado por lo mismo. Algunos, como Gavi, lo vivieron antes de ayer. No es literal pero casi. Y él lo sabe.
El otro día, en Montjuic contra el Granada, Pau Cubarsí se llevó un pisotón accidental en el área y pidió el penalti. Algo lógico. Hasta aquí nada raro. La caída la acompañó con un grito de dolor, le acababan de pisar con una bota de fútbol. Qué menos. Puede que exagerase, eso solo lo sabe él. Bueno, y un periodista que le llamó lamentable y teatrero. Gavi utilizó el gran altavoz que es Instagram para defenderle. Hizo de capitán y hermano mayor con 19 años. Seguro que a Cubarsí le ayudó. Pero no me quiero centrar en este episodio, sino que quiero invitar a reflexionar sobre la situación que cada vez están viviendo más jugadores jóvenes. Son futbolistas y personajes públicos, pero también personas. Creo que ninguno podemos llegar a ser conscientes de la presión que soportan sobre sus hombros y lo difícil que debe ser gestionarla. Algunos ni siquiera pudieron hacerlo. Los canteranos cada vez debutan antes. Los aficionados cada vez debemos cuidarlos más.
Columna de Javier Ferrús (@_javierferrus)